A propósito de Bloomberg y los bonos soberanos
El lunes 6 de marzo se publicó una nota en Bloomberg (compañía estadounidense de asesoría financiera) referida a los bonos soberanos de Bolivia, con el título: “Bonos soberanos de Bolivia se hunden ante la caída de sus reservas de dólares”. El titular induce a una conclusión herrada, que sería: la depreciación de los bonos soberanos se debería a una reducción de las reservas en dólares; mientras lanza otros argumentos enfocados a mostrar una supuesta crisis. Sin embargo, esa valoración de los bonos responde a factores que no afectan a los inversores y, por tanto, las conclusiones a las que llegamos son distintas a las del artículo observado.
Un elemento importante a destacar es que los bonos que emiten los países que cotizan en el mercado de valores, pueden ser, luego de adquiridos, ofertados en el mercado por los propios inversores, lo que implica que constantemente sean valorados para que los inversores decidan si ganarán más vendiéndolos o manteniéndolos en su propiedad, lo cual genera la variación (fluctuación) de valor en función a las expectativas del mercado.
¿Cuál es el principal factor que está afectando esas variaciones?
La subida de tasas de interés en países con altos problemas inflacionarios, que con el objetivo de reducir la inflación ha generado un impacto de expectativas en los inversores, quienes prefieren invertir en sectores que subieron sus tasas de interés, como el sistema financiero norteamericano, por la oferta de rentabilidad. Por ello, en el mercado internacional esa subida provocó una devaluación de otros tipos de inversiones con tasa de interés fija, como los bonos emitidos por distintos países, entre ellos el nuestro.
¿Afecta esa situación a las inversiones de quienes adquirieron esos bonos?
Una respuesta a este tema la dio el exgerente de la Bolsa Boliviana de Valores (BBV) Armando Álvarez, quien señaló (en Página Siete el 8 de marzo) que “los que compraron y no vendieron recibirán al final del vencimiento el dinero invertido total, más el rendimiento comprometido en la tasa de interés pactada. Eso significa que las AFP que invierten a largo plazo obtendrán la devolución del monto al vencimiento allá por 2028”.
Con el ejemplo de las AFP muestra que en esta situación los inversores evitarán vender los bonos que adquirieron y optarán por recibir los pagos de inversión e interés como fueron establecidos al momento de la adquisición de los bonos, y en caso de que los mismos subieran su valor más adelante y les fuera más rentable vender sería el espacio propicio para efectuar la venta. Situación que no afectará a ninguno de los inversores.
Por otro lado, la nota de Bloomberg también hace referencia a una “pérdida de confianza”: “Wall Street está perdiendo la confianza en un país que, según S&P Market Intelligence, cuenta con unos 39 millones de toneladas de litio sin explotar”, e indica que los bonos seguirían bajando incluso luego de que el fabricante chino Contemporary Amperex Technology Co. llegará a un acuerdo para explotar esas reservas.
Parece algo lógico que Wall Street, o mejor dicho los Estados Unidos, no vea con buenos ojos cualquier inversión de origen chino en la Región, muestra de eso es la tensionada situación entre ambas potencias con el posible conflicto de Taiwán, la alianza transatlántica Quad (Estados Unidos, Japón, Australia e India, con el objetivo de frenar a China en el indopacífico), las bases militares estadounidenses en Filipinas, el supuesto espionaje entre potencias y el apoyo de China a Rusia en la guerra con Ucrania.
Esa tensión es generada por causas geopolíticas y económicas, ya que los países emergentes Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (Brics) se proyectan como el principal bloque de crecimiento económico, frente al G7, Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón e Inglaterra, que en la próxima década puede ser desplazado económicamente por aquellos, sentando con ello las bases de la multipolaridad mundial.
Los países de la Región deben evaluar en este escenario si mantienen relaciones de dependencia con Estados Unidos o priorizan intereses de desarrollo frente a los miembros de los Brics, lo cual es un cálculo tanto económico como geopolítico, en especial sobre un recurso tan importante como el litio, cuya área de abastecimiento en el mundo casi se concentra en América Latina. En consecuencia, no será bien valorada por Wall Street una inversión en América Latina por parte de capitales de origen chino.
Asimismo, evaluando las aparentes soluciones que sugiere la nota de Bloomberg respecto a reducir el déficit fiscal en función a las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI), Bolivia ha demostrado que incluso en este contexto internacional nuestro Modelo Económico Social Comunitario Productivo (Mescp) redujo el déficit fiscal (de 12,7 en 2020 a 7,2 en 2022) con medidas opuestas a las del Fondo, manteniendo la inversión pública, fortaleciendo las medidas de subvención y sosteniendo los bonos sociales, cuidando así la economía del pueblo frente a la crisis internacional.
En esa línea, con medidas como la Ley de Fortalecimiento a las Reservas Internacionales, que es cuestionada y frenada sin fundamento en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) por la derecha, el Gobierno fortalecerá los niveles de reservas y de dólares mientras se continúa impulsando los procesos productivos y de industrialización del mutún, biodiésel y litio, que muestran óptimas proyecciones de entradas de recursos nuevos para Bolivia.
Finalmente, cabe reiterar que la valoración y fluctuación del precio de los bonos de Bolivia, así como de otros países, responde a factores externos que no solamente afectan a nuestro país, sino a todos los emisores.
Edmundo Juan Nogales Arancibia
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